Objeto de Estudio y Objetivos de aprendizaje |
EL
OBJETO DE ESTUDIO Y SU RELACIÓN CON LA PROFESIÓN
Edafología, la Ciencia del Suelo
La Edafología
(Del gr. ?dafo?, suelo, y –logía, estudio) es la ciencia
que trata de la naturaleza y condiciones del suelo, en su relación
con las plantas (Diccionario de la Real Academia Española, 2002).
Abarca un amplio campo de estudio, investigando el origen, la distribución
geográfica, la naturaleza y las propiedades (biológicas,
físicas y químicas) de los suelos; los ordena en agrupaciones
naturales (cuando su objetivo es principalmente científico) o bien
en agrupaciones utilitarias (cuando su propósito es técnico
o aplicado). Comprende tres extensas disciplinas, de acuerdo con los objetivos
e interés principales que las motivan: Edafología General,
Edafología Especial y Edafología Aplicada.
La Edafología
General o Básica, estudia el suelo desde el punto de vista de las
ciencias básicas. Cada uno de sus capítulos o materias constituye,
a su vez, un campo de aplicación exhaustivo de la ciencia básica
correspondiente: “Física del suelo”, “Química
del suelo”, “Biología del suelo o Bioedafología”,
etc. La Edafología especial o edafogénesis, llamada también
Edafología Específica o Pura. Estudia la dinámica
de los suelos, con especial orientación hacia sus procesos evolutivos.
Este estudio comienza con la descripción morfológica del
perfil del suelo, se completa con ensayos y análisis de laboratorio,
recurre a la Micromorfología (estudio de cortes delgados en microscopio)
y culmina en un Sistema taxonómico (Sistemática, Clasificación
o Taxonomía de suelos) que permite ordenarlos y agruparlos según
sus propiedades naturales (Fines científicos) o con propósitos
utilitarios (Técnicos o aplicados). Finalmente la Cartografía
de suelos se ocupa de la confección de cartas o mapas edafológicos
(o de suelos). Generalmente los mapas de uso o aplicados, derivan de los
mapas básicos. La Edafología aplicada, concierne a estudios
y trabajos donde el conocimiento del suelo es indispensable (por lo general
se han cumplimentado las dos fases anteriores que son casi siempre solidarias)
pero se utiliza con técnicas complementarias (Riego, Fertilización,
Avenamiento, Rotaciones, Protección contra la erosión, etc.).
La mayor parte de esas aplicaciones se estudia en asignaturas como la
tradicional Manejo de suelos, hoy en esta Facultad se ha desglosado en
Diagnóstico y Tecnología de Aguas y DyT de Tierras. Tal
vez el nombre más apropiado y moderno debería ser “Manejo
de Agroecosistemas”; aunque en varios países se está
utilizando el término Fitotecnia General, que barca el manejo de
los cultivos en forma integral con su componentes climáticos, edáficos,
sanitarios, etc. |
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Interés
del ingeniero agrónomo por el estudio de suelos |
El
suelo, además de ser un factor de producción fundamental,
presenta la característica de ser un recurso natural, de cuyo adecuado
manejo depende que el rendimiento sea sostenido a largo plazo. De ahí
que el agrónomo debe entender al suelo no sólo desde la
óptica productiva de corto y mediano plazo, sino como un recurso
natural susceptible de procesos de degradación, que comprometen
su estabilidad a nivel de ecosistema.
Es por esto
que el ingeniero agrónomo debe orientar el manejo del recurso suelo
tendiendo tanto al incremento de la producción cuanto a la conservación
o mejoramiento del recurso, si es que quiere darle a su profesión
un basamento científico y humanístico adecuado, y esta debe
ser una de las primeras convicciones que debe adquirir el profesional
en su paso por la Universidad.
Hoy se habla
mucho de la importancia de una "visión de conjunto" y
de un "esfuerzo de síntesis", actitudes que se juzgan
necesarias para superar los grandes problemas del mundo contemporáneo.
Por desgracia, no parece que la educación recibida nos haya preparado
para ello. Sólo basta mirar la lista de asignaturas: recortan la
naturaleza en terrenos vedados, cuidadosamente cercados. ¿Es necesario
ceñirse exclusivamente al "método analítico",
que aísla los elementos y las variables a fin de examinarlos uno
por uno? Mientras los expertos aíslan, analizan y discuten, los
cambios tecnológicos y de paradigmas imponen a la sociedad nuevas
adaptaciones. El desfase entre la velocidad de percepción de los
problemas y las demoras en la aplicación de las grandes decisiones
hacen aún más evidentes las dificultades de nuestros métodos
de análisis de la complejidad.
Otro enfoque,
complementario del anterior, es necesario: el enfoque sistémico.
Este se apoya en una consideración global de los problemas o de
los objetos en estudio y se concentra en el juego de las interacciones
entre sus elementos.
Como nos decía
el eminente Ing. Agrónomo Don Antonio Piñeiro: "El
remedio es la integración y la integración se va a obtener
sólo considerando el todo de la enseñanza como un sistema
donde están las variables independientes, que son cada una de las
asignaturas, y la variable dependiente, que es el resultado final, o sea
el agrónomo que la Facultad genera. Este criterio podría
asimilarse a la idea de una orquesta sinfónica en la que la actuación
de cada uno de los integrantes y el resultado final, que es la sinfonía,
se logra con la conducción inteligente, acertada, coordinada e
integrada."
La visión
sistémica propone integrar a Suelo, Clima y Vegetación en
un todo para comprenderlos y controlarlos; reconociendo distintos niveles
de organización en el ámbito agropecuario. El primer nivel
lo ocupa la "Fitosfera" o ecosistema específico de las
plantas cultivadas. Es aquí donde aparece inicialmente el interés
por el suelo, no como un sistema en si mismo sino como un subsistema de
un todo que lo contiene y le da sentido: LA FITOSFERA. En niveles de organización
superiores aparece el Agrosistema (empresa agropecuaria) y la Región,
en los cuales también el suelo constituye un sub-subsistema de
interés para el agrónomo.
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El
estudio de suelos, en Agronomía, interesa en tres campos distintos:
(A) profesional, (B) cognoscitivo y
(C) axiológico.
A) Profesionalmente se reconocen -al menos- tres niveles
sistémicos:
a.1 A nivel
de Fitosfera interesa para:
1- Comprender
el fenómeno productivo.
2- Identificar los problemas de producción.
3- Jerarquizar los factores limitantes.
a.2 A nivel
de Agrosistema interesa para:
1- Diagnosticar
las aptitudes y dificultades que ofrece el suelo
para permitir una aceptable y sostenida producción.
2- Orientar la elección y dosificación de técnicas
de manejo.
3- Diferenciar en el terreno aquellas zonas con similar aptitud
o problemática, las que requerirán un manejo común.
a.3 A nivel
Regional interesa para:
1- Identificar
áreas con problemas de degradación y contaminación.
2- Conocer las potencialidades que ofrece este recurso para el USO
MÚLTIPLE del territorio.
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B)
El conocimiento edafológico sirve también como sustrato
para el entrenamiento de operaciones intelectuales relacionadas con lo
complejo y lo dinámico, siendo un medio para ilustrar y entrenar
en el uso del método científico y en el proceso
de identificación y resolución
de problemas (PIRP). |
C)
En el campo de los valores, el contacto con las problemáticas presentadas
por, la "conservación de los suelos", el "sub-uso"
y la contaminación da la oportunidad para ampliar y reafirmar conductas
coherentes con el espíritu universitario y la ética profesional.
En resumen, resulta claro entonces que al Ingeniero Agrónomo le
interesa adquirir los conocimientos y habilidades aportados por las Ciencias
del Suelo, no como un fin en si mismos, sino en la medida que ellos permitan:
- Evaluar
las potencialidades y limitaciones para el Uso Múltiple en
escala regional.
- Detectar
e Identificar limitaciones a la producción de origen edáfico.
- Jerarquizar
los factores edáficos que restringen la producción de
los cultivos.
- Superar
las limitaciones a través del uso y generación de técnicas
para tal fin.
- Controlar
la evolución edáfica para prevenir la degradación
y contaminación de este recurso natural, y que sea posible
habilitarlo para mejores usos.
A, B y C
constituyen lo que denominamos diagnóstico edafológico,
y es temática propia de las asignaturas: Diagnóstico y
Tecnología de Aguas y Diagnóstico y Tecnología de Tierras;
los aspectos prácticos y aplicados se desarrollan en el Nodo
de Integración II. D y E se refieren
a las medidas de control técnico que permiten superar o prevenir
la aparición de restricciones o revertirlas; también son temas
de las mencionadas asignaturas y del Nodo II. Edafología,
por su parte integrando actividades con el Nodo I, brinda conocimientos
y destrezas básicos para conocer la composición de los suelos,
su denominación taxonómica, comprender su funcionamiento y
evolución; así como una introducción metodológica
al diagnóstico edafológico.
A partir de las consideraciones anteriores se enuncian los siguientes "objetivos
finales de aprendizaje de Edafología". |
Objetivos
de aprendizaje
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En Edafología,
se pretende que los alumnos sean capaces de:
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- Conocer
la composición de los suelos, su origen y evolución.
-
Diagnosticar, a nivel de FITOSFERA, las restricciones edáficas
a la producción de los cultivos. Esto comprende la capacidad
de:
-
Identificar la presencia y magnitud de problemas productivos
cuyos factores determinantes sean edáficos.
-
Reconocer los factores edáficos que limitan a la producción,
ordenándolos según el grado de restricción
que imponen.
-
Separar, a nivel de AGROSISTEMA, los suelos con similares aptitudes
y limitaciones.
-
Reconocer a nivel de cuenca hidrográfica las funciones
no productivas del suelo y los indicadores para evaluarlas: uso
múltiple de la tierra.
-
Valorar al suelo como un recurso natural con funciones sociales
trascendentes, susceptible de degradación, contaminación
y con posibilidades de habilitación o rehabilitación.
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Para realizar
el diagnóstico, tanto productivo cuanto de degradación,
en Edafología sólo se avanza en el conocimiento de indicadores
parciales para detectarlos y cuantificarlos, dejando para asignaturas
de niveles superiores otros grados de integración para mejorar
el diagnóstico.
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